sábado, 24 de noviembre de 2007

Don Diego

a Don Diego, yo, le tengo mucho cariño.

no porque sea de un barrio colindante al mio: el Poble Sec

mas bien porque son de estos seres que viven a camino del "personaje", donde realidad y ficcion son mas bien la misma cosa y la literatura acaba siendo el guion de tu vida.

Triste esclavitud la nuestra que no podemos ser nosotros mismos.

Esto tiene que ser alguna enfermedad contagiosa, algun tufo maligno que desprende los bajos del Mercat, ese el de Sant Antoni; El que esta al lado de orchateria Sirvent en la calle Parlamento y que los domingos de verano se saturaba de bocas sedientas de chufa liquada.

eso tiene que ser el tufo maligno o la orchata de los cojones.

Pero cuando a la familia de Don Diego se le acabaron las perras se fueron, con las orchatas y los tufos, cogieron las maletas y se fueron

Pues eso , que algunos con la llegada de la democracia se fueron pa arriba y otros a la periferia; y asi Don Diego se nos fue para un pueblo de la costa, haber si asi le daba el aire marino y se le quitaba la tonteria al chiquillo.

Se fue ya hecho un hombrecillo, bueno la verdad que yo todo esto mas bien me lo estoy inventando porque al señor en question lo conoci ya bien entrado en los 30. Pero creo que le gustara que le re-escriba su vida.

Y crecio agusto... bueno no tengo ni puta idea de como crecio y mejor que pare con la inventiba.

La question por la que hablo de este amigo es porque queria dedicarle un poema , nada homosexual, un cariño inocente* de hombre a hombre.

* en un primer momento escribi sano , a los minutos pense que esto podia ofender la sensibilidad de algun lector , decidi utilizar inocente. disculpen por ser como soy, trato de evitarlo, creanme.

cojones que me lio.

el poema en question.
Va por ti Don Diego, y que Dios reparta suerte.

"COJÓN Del lat. cõlĕus, a través del lat. vulg. cõlĕo, -õnis.
1. Glándula genital del macho que, en el individuo bien constituido, se presenta formando par.

En el folk, aparece con frecuencia; he aquí algunas letrillas casts. del s. XIX, quizá de finales del XVIII.

Los cojones del cura
de Almendralejo,
le pesan veinte arrobas
sin el pellejo.

Los cojones del cura
de Argamasilla,
que al andar le sonaban
a calderilla.

o bien:

que los usa el monago
de campanilla.

Los cojones del cura
de San Segundo
que no los hay iguales
en todo el mundo.

Los cojones del cura
de Tarancón,
que abulta cada uno
como un melón.

Los cojones del cura
de Valdemoro
que los cuida su dueño
como un tesoro.

Los cojones del cura
de Villalpando,
los llevan cuatro bueyes
y van sudando.

Al cura de Villarejo
de Salvanés,
le llegan los cojones
hasta los pies.

El cura de Morata de Tajuña
se rasca los cojones con la uña,
pero en cambio el de Arganda
se pisa los cojones cuando anda.
¡Rediós, y que locuras
hacen con los cojones estos curas!"

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