jueves, 22 de noviembre de 2007

a ella



porque lleva la sangre de los marineros de Hamburgo.

Y sabe dormir y soñar entre las planchas de acero que Böhling nos regalo.

A ella que tiene alma de carpintero, y sus barnizes son la envidia de los puertos.

Y nunca navego.

Pero con su abuelo correteo por todos los astilleros del norte.

un beso. amore.

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